Recordé aquellas tardes...

>> viernes, 1 de mayo de 2009

Hace algunos días pasé frente al que fue mi colegio y no pude evitar emocionarme. Recordé aquellas tardes... Después de recogerme a la salida parábamos en una tienda próxima y me comprabas la merienda. Siempre abría ilusionada el envoltorio de la pegatina que venía en el interior para ver qué me había tocado.

Recordé cómo jugabas conmigo cuando vivíamos en nuestra anterior casa. Yo corría por el campo y tú me perseguías. Luego me cogías y me levantabas a la altura de tu cabeza mientras reía feliz, ajena todavía al mundo que se alzaba más allá de esos campos y de tus brazos, como lo que era, una niña de dos o tres años. Recordé el día que nos caímos por aquellas escaleras... Salí sin un rasguño y lloré al ver que te habías hecho daño por protegerme. Todavía hoy me pregunto cómo lo hiciste. Recordé a mi padre envolviéndome en su chaleco de plumas cuando insistía en salir con el al campo al anochecer, no recuerdo bien para qué. Me resultaba gracioso porque me llegaba a los pies y me quedaba ensimismada mirando las luciérnagas. Recordé el inconfundible olor de tu piel, algo que siempre me ha fascinado. ¿Cómo se puede oler tan bien?

Pero algo me devolvió al presente, quizás fueran los nuevos edificios que han construido en esa zona, quizás echarte de menos.

Ahora no hablamos. Ni siquiera somos como dos extrañas porque los extraños se saludan por educación cuando coinciden en la misma estancia. Ya ni se cruzan las miradas, se evitan. A veces creo que nunca nos hemos conocido y, sin embargo, tengo la impresión de que todo lo que callas, guardas y disimulas se asemeja mucho a lo que yo siento.

De repente quise que supieras todo de mí para no tener que luchar contra tus acusaciones categóricas e impresiones falsas y frustrarme al no saber hacerte ver que estás equivocada, que es sólo fachada. Deseé poder hablarte sin palabras para no perderme en redundantes explicaciones, porque cuando mis pensamientos llegan a mi boca se traban y distorsionan. Quise que por una vez me dijeras que valoras lo que soy y lo que hago, porque quizás ya lo hagas, pero no puedo adivinarlo. Y mi ego te necesita.

Ojalá me pareciera más a ti y fuera tan fuerte, sincera, correcta... Creo que te gustaría que así fuera. Pero debo ser yo misma y forjar mi carácter con los fuertes valores que me habéis enseñado, aunque creas que no he aprendido nada.

No imaginas cómo me duele esta distancia, porque me haces falta, me completas cuando todo se cae, te admiro y te quiero, aunque no te entienda. Porque todavía tengo que lograr hacerte feliz.

Hace unos meses vi a una mujer de avanzada edad con el pelo blanco en un centro comercial y tuve la horrible sensación de que te estaba perdiendo. El tiempo no perdona ni se puede parar y guardar como si de un cronómetro se tratara. ¿Y si nos damos cuenta demasiado tarde?

Algún día volveré a ese lugar en el que jugabas conmigo para volver a tener ese instante. No importa si no está cómo lo recuerdo ni lo que hayan construido. Cerraré los ojos, respiraré tranquila y profundamente y te veré. Veré esa mirada que siempre parece triste aunque ilumines el mundo con tu sonrisa. Sentiré esos brazos fuertes sujetándome para que no me caiga. Oiré el ruido de las hojas mecidas por el viento, el mismo que me despeina y refresca y el chirriar de las ramas. Oleré la hierba y notaré su textura esponjosa al tumbarme sobre ella, verde y tierna. El Sol me dará en la cara y me entretendré observando las escasas nubes blancas y brillantes que pasan sobre mí...

Algún día volveré a ese lugar y estarás ahí esperándome para darme la paz y la inocencia que dejé en esas tierras. Algún día volveremos a ese lugar.

1 Leitmotivaciones:

Javier M. Saà 6/5/09 01:19  

Todo vuelve a su sitio, es cuetiòn de tiempo. Y respeto al tiempo , te digo que harà contigo todo el bien que mereces, que no es poco. Sè paciente y sigue siengo la persona integra , sensible e inteligente que yo conozco. No son falsas alabanzas de plañidera, sino hacer honor a la verdad.
Hace tiempo me dijeron :la inteligencia consiste en estar un paso por delante pero sin que se note. Para mi, una sentencia muy sabia, pero yo le añadirìa que ser feliz està por delante de eso. Pòrque complicar lo que ya es complicado?, vivir sobre lo sencillo, darse un respiro y mirar el horizonte con con optimismo, aunque sea a ratos. Te quiero muco Âgueda. Ojalà todo vaya por el camino que deseas.