Eterno Retorno

>> martes, 21 de julio de 2009

Pensar que un instante puede repetirse sin fin, una vez tras otra a lo largo de la eternidad, tiene cierto punto romántico. Pensar que volveremos a este lugar, a este momento o a un momento especial, a ser lo que somos y a sentir lo que sentimos, que volveremos a encontrarnos, volveremos a vivir...

Es como una esperanza de continuidad, de permanencia, de inmortalidad. El anhelo de tener para siempre los momentos vividos... Un ciclo que se repetiría eternamente, perpetuándose en el tiempo. Una vida en un Universo Pulsante.


«Elige de forma que si tuvieras que volver a vivir toda tu vida de nuevo, pudieras hacerlo sin temor». ("Eterno Retorno". Nietzsche).


Sombras nocturnas

>> lunes, 20 de julio de 2009

Posé mis dedos sobre el teclado del ordenador. Sentí de nuevo el impulso y la necesidad de escribirte, de imaginarte. Vino a mi mente la imagen de un horizonte, lejano e intocable, como tú. Pensé que quizá te he escrito demasiado y te has cansado de leer, o tal vez no haya dejado señales suficientes en el camino para que llegues hasta mí. Qué más da, sea como sea, no estás.

En el exterior todo está en calma y oscuro, por lo que se ven perfectamente las estrellas. Ha refrescado, así que me pongo la chaqueta antes de salir. Huele a noche de verano, a madrugada. De vez en cuando se oye el ruido de algo que cae contra el suelo, son las frutas maduras de los árboles del parque que se aloja en el interior del recinto en el que trabajo.


Después de un rato de charla con la compañera que trabaja en el edificio de al lado, vuelvo a mi puesto. El consejo "no tomes ese café, es una bomba" fue posterior a su ingesta, así que ahora toca infusión...

Amanece. Ya se oye el canto de los pájaros que se desperezan en las ramas de los árboles o sobre las cornisas y el ruido de algunos coches. La ciudad se despierta, bosteza, los sueños llegan a su fin ahogados por la ducha y el café y sustituidos por las noticias del periódico. Sin embargo, para mí el día está terminando. Pronto llegaré a casa y me acostaré con la esperanza de dormir un par de horas antes de levantarme para empezar cuanto antes un nuevo día, y no sólo una noche más de trabajo. Con la esperanza de verte de nuevo en mis sueños. Pese a todo, me gusta trabajar de noche.

Acaban de dejar el periódico en la entrada. Lo recojo y lo dejo en su sitio. No suelo leerlo, nunca he tenido esa costumbre, no me gusta. Será esta una de las razonas por las que tardo en enterarme de lo que sucede en el planeta. Eso, y que suelo estar inmersa en mi propio mundo, perdida en los confines de una tierra que nunca me han prometido y que sólo será mía cuando las fantasías se conviertan en realidades.

¿Será tuya esa silueta que siempre veo en la lejanía? ¿Serás tú quién se cuela en mis sueños últimamente?


En blanco

>> jueves, 16 de julio de 2009

Enfrentarme a un papel o a un lienzo en blanco siempre me ha resultado tentador, atrayente, algo lleno de retos y posibilidades, una oportunidad de crear belleza. A veces me bloqueo y no consigo enlazar las palabras o los trazos, no concuerdan, son como dos imanes repeliéndose. Pero no dejo de intentarlo, de cambiar lo que sea necesario cambiar, de corregir los errores, de buscar la forma de que armonicen y se enlacen.

Ahora mi vida es como uno de esos papeles o lienzos en blanco. La escribo cada segundo, la dibujo... Pero a veces las palabras o las imágenes no son las apropiadas y no tengo sensación de orden. Me siento como al inicio de un nuevo curso... Desconozco el aula, el programa académico, el temario... Y ese desconocimiento hace que parezca complicado y desordenado. Todo es cuestión de práctica, de costumbre, de paciencia, de constancia... Lo sé, la teoría es de sobra conocida...

Y este "nuevo curso" me gustaría aprender a archivar instantáneamente lo dañino y aplicar a todos los ámbitos la memoria celular, a trivializar y suavizar emociones, a gestionar de forma fría, automática y efectiva conflictos emocionales y sociales, a interactuar con los demás de manera más inocua, sin tensiones, sin sentimientos contraproducentes y estériles... Pero no se pueden saltar pasos en un proceso de montaje en cadena... Y tras un suceso doloroso vienen la negación y la incredulidad, después el abatimiento y el no saber qué hacer, luego la aceptación y por último la superación, el aprendizaje y el crecimiento.

Pero hoy me sigo sintiendo incompleta...


Si pudieras borrar un momento de tu vida, ¿cuál borrarías? Yo creo que ninguno...

Homo homini lupus

>> miércoles, 15 de julio de 2009



"Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novit".
(Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro).

Re-caída...

>> martes, 14 de julio de 2009


Siempre es "re", "otra vez", "de nuevo" (o mejor dicho "de viejo"...), "siempre", "again"... Me siento torpe, carga, lastre, desastre...

Día nihilista

>> jueves, 9 de julio de 2009

¿Vale la pena ser uno mismo?

A la gente ya sólo le importa lo accesorio, el maquillaje, el parecer, la rumorología, y los sentimientos y fines elevados son arrojados a la arena de un circo mediático.

¿Valen la pena cien años de llanto por un solo año de felicidad?

Tal vez esta se vea engrandecida después de tan larga espera y todos los anhelos sean colmados, o tal vez no sea suficiente para equilibrar la balanza. Quizás existan la justicia poética y la justicia cósmica y todo esté equilibrado y en armonía, o quizá no haya nada que compense y tengamos que enfrentarnos y resignarnos a una ruleta caprichosa y arbitraria, a una lotería.

¿Vale la pena mirar a alguien a los ojos y hablar sin censura?

...

A veces es mejor guardar silencio...

¿Vale la pena?

...


Aunque caigan ángeles

>> martes, 7 de julio de 2009

Hoy, de repente, me he dado cuenta de que la soledad se va a quedar cuando te vayas. Pero tienes que irte, debes irte.

Me he acostumbrado demasiado a ti, a encontrarte cada día en mi vida, en el silencio de lo automático, de la costumbre. Ya formas parte de mí. Pocas personas me conocen como tú, y a pesar de ello sigues ahí...

Contigo me siento cómoda, segura, soy yo sin coraza, sin fachada. Contigo la gravedad no existe, todo flota, todo fluye.

Gracias por haberme hecho disfrutar de nuevo de los pequeños grandes momentos, lo había olvidado. Gracias por todo lo que me has dado, por todo lo que me das, es mucho más de lo que imaginas. Gracias por todas y cada una de las veces que consigo hacerte sonreír... Gracias, simple y totalmente.

La distancia siempre es difícil de salvar, pero a pesar de la ausencia física, me tendrás aquí y en cualquier lugar. A un click, ¿recuerdas?

Perdona mis silencios, mi torpeza, mi ceguera, mis fantasmas... Podría seguir agradeciendo, disculpando y confesando, pero el resto lo voy a obviar. Algunas veces no hace falta hablar -por suerte para mí-, y otras no hay palabras suficientes. Aunque espero que esto sí sea suficiente.

Nadie puede coger una estrella que se cae, pero aunque el cielo se descuelgue y caigan ángeles, pararé tu caída con mi cuerpo y con mi aliento.

*   *   *

Mis deseos para ti:
  • Que tengas la oportunidad de luchar por lo que quieres. El trabajo y el esfuerzo darán sus frutos.
  • Que no dudes ni te hagan dudar, ve siempre con decisión y seguridad en lo que crees. Si te equivocas, intenta acertar la próxima vez.
  • Que las personas que encuentres en tu vida te den lo mismo que tu das. Siempre habrá alguien que valore lo que eres y lo que haces.
  • Que tengas paciencia y aprendas a esperar sin desesperar. El tiempo te enseñará.
  • Que valores tus experiencias, al fin y al cabo de nada sirve haber vivido mucho si no se sabe interpretar adecuadamente.
  • Que sepas vivir.




♪♫"LAS COSAS SON ASÍ. SE TRATA DE SEGUIR"♪♫.

Te dedico la canción.

El cuento del leñador

>> sábado, 4 de julio de 2009

"Había una vez un leñador que se presentó a trabajar en una maderera. El sueldo era bueno, y las condiciones de trabajo, mejores aún, así que el leñador se propuso hacer un buen papel.

El primer día se presentó al capataz, que le dio un hacha y le asignó una zona del bosque. El hombre, entusiasmado, salió al bosque a talar. En un solo día cortó dieciocho árboles.

-Te felicito, sigue así -dijo el capataz. Animado por estas palabras, el leñador se decidió a mejorar su propio trabajo al día siguiente. Así que esa noche se acostó temprano.

A la mañana siguiente se levantó antes que nadie y se fue al bosque. A pesar de todo su empeño, no consiguió cortar más que quince árboles.

-Debo estar cansado -pensó. Y decidió acostarse con la puesta del sol.

Al amanecer se levantó decidido a batir su marca de dieciocho árboles. Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Al día siguiente fueron siete, luego cinco, y el último día estuvo toda la tarde tratando de talar su segundo árbol.

Inquieto por lo que diría el capataz, el leñador fue a contarle lo que le estaba pasando y a jurarle y perjurarle que se estaba esforzando hasta los límites del desfallecimiento. El capataz le preguntó:

-¿Cuándo afilaste tu hacha por última vez?

-¿Afilar? No he tenido tiempo para afilar: he estado demasiado ocupado talando árboles".