Hay instantes sublimes...
>> jueves, 25 de junio de 2009
Hay instantes sublimes en los que el valor íntimo de un sentimiento noble me despierta del letargo y vuelvo a recuperar mi esencia, mis valores, mis sueños y mi razón. Vuelvo a reconocerme y a sentirme bien en mi piel. Pero al minuto siguiente recuerdo por qué está tan ligada a mí la sensación de fracaso y todo vuelve a distorsionarse. Convierto todo lo bueno que puede haber en mí y en mi vida en algo secundario y frágil y sólo quedan los vestigios de una empresa que nunca llegó a prosperar.
Recuerdos, pensamientos e inútiles, ridículos y disonantes pasatiempos que invento constelan alrededor de mi cabeza mientras me condeno y encierro en un comportamiento redundante y dañino.
* * *
Tengo que recoger mis súplicas, promesas vanas y fallidos intentos y elevarlos hasta convertirlos en mantra, oración y verdad. No más vueltas de tuerca, perífrasis ni charlatanería lastimosa y autocompasiva. La búsqueda de voluntad y el desarrollo del espíritu para alcanzar un bien mayor y necesario no son un proyecto mesiánico ni se pueden alargar ni aplazar constantemente.
Y lo intentaré una y mil veces si es necesario para honrar los grandes valores que me han inculcado y convertirme por fin en la persona que quiero ser.
1 Leitmotivaciones:
Nunca dejes de hallar esa busqueda tan ansiada ; Y sin lugar a dudas, aqui estaremos cuando decida aparecer esa persona que quieres ser!.
Un besazo :)
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