Sinfonía cósmico-nocturna

>> miércoles, 19 de enero de 2011


Otra noche más de trabajo, otra mañana más de regreso a casa para descansar, el mismo paso de peatones, el mismo chico que reparte periódicos gratuitos con el impermeable publicitario al que ninguno de los pocos transeúntes que por allí pasan a esa hora le acepta el diario que le ofrece. Y otra vez le extiendo la mano para que me dé un periódico que nunca leo (ni ese ni ninguno, como mucho los pasatiempos). Creo que deberíamos hacer el trabajo de otros al menos un día para conocer sus dificultades y ser más comprensivos.

Las dos últimas semanas han sido un poco extrañas, poco he visto la luz del día; voy al trabajo después de que anochezca y vuelvo a casa por la mañana con el crepúsculo; tengo la impresión de haber soñado todos estos días o que el mundo hubiera estado dormido; pero sé que la que va al revés soy yo, como siempre, como en todo.

Recuerdo que una de esas noches, de camino al trabajo con el mp3, mientras cruzaba una calle y miraba al suelo para no tropezar con una de tantas baldosas sueltas, tuve uno de esos flashes o visiones de algo que nunca he vivido. Sólo sé que soy yo en algún momento de un futuro en un lugar en el que siempre he deseado estar. Es como una de esas escenas a cámara lenta en una película y, de repente, tengo la sensación de llevar la inmensidad del universo dentro de mí. Y aunque todo parezca tan distante como el futuro, tan sólido como un sueño después de hacer la cama y esté fuera de mi alcance, mientras camino y suena la música, lo comprendo, lo creo y lo completo. Poco importa en ese instante el mundo exterior: las baldosas rotas que escupen agua cuando las pisas y te mojan aunque ya no llueva, los horarios intempestivos que han terminado con mi vida social, la cronología de la ausencia... En ese instante no estoy ahí, estoy en todo lo agradable: una tarde de tormenta bajo una manta en el sofá, mi canción favorita, tarta de chocolate y nata, un beso, la luna llena... Estoy dentro de la palabra universo y después de los dos puntos, en su significado y definición.


4 Leitmotivaciones:

Veo Visiones 19/1/11 19:00  

Llevo tiempo queriendo hacerte una pregunta...¿En que trabajas? lo digopor los turnos nocturnos...te comprendo bien en este sentido, el trabajo por las noches dificulta soberanamente la visa social...no tienes posibilidad de cambio??

Ánimo!^^

Menestra 19/1/11 19:52  

Aquí sería gracioso mencionar la famosa frase "la noche me confunde.." Y es que es normal que una rutina fuera del horario natural del ser humano te abstraiga hasta el punto en el que no sabes dónde está la realidad y la ficción. El sol es medicina, y estamos hechos para metabolizar los rayos solares, si te acomodas en la sombra también tu ritmo biológico se ensombrece, arrastrando a tu ritmo de perspicacia...

Juan 20/1/11 16:24  

Estoy con todos, ya se que el trabajo seguramente es asi, pero deberias de cambiarlo porque esta acabando con tus animos y eso es muy importante, la vida esta echa para vivirla, de dia a ser posible. Un besazo.

Mayo-13 2/2/11 04:52  

¿Y en qué momento dejaste de estar dentro del universo? Por ser parte de él sueñas, y por ser parte de él, puedes considerarte una estrella incluso más grande que las de Hollywood. Porque a nuestro modo, cada uno brillamos con luz propia, y a nuestro modo, cada uno sueña con lo que quiere.

Por cierto ¿La tarta de chocolate tenía sirope? Porque a mi me encanta!