Límites
>> martes, 18 de junio de 2013
El ser humano siempre poniéndose
límites. Le pone límite a lo que ve y a lo que no ve, a lo material y a lo
inmaterial, como si al ponerle límite cupiera dentro de su cabeza, pero es
demasiado pequeña para que quepa un universo. Le pone límite a los países
colocando fronteras entre ellos aunque sean de la misma tierra; le pone límite
a la libertad, a la dignidad, al respeto, a la educación… Limita la forma de
vestir con tendencias y protocolos; limita el valor de una persona con
prejuicios y baremos capitalistas…
Hay límites racionales y
necesarios inherentes a la convivencia y a una sociedad inteligente en
evolución, pero otros sólo sirven para aborregar y convertir la existencia en
una estadística y en una cárcel mental. Y lo triste es que el ser humano necesita
límites para ser humano y la vida sería maravillosa si no fuera por nosotros y
el mundo que hemos creado. No es malo actuar de forma diferente a lo
establecido siempre que sea con coherencia, respeto y bondad hacia los seres
con los que cohabitamos.
Las posibilidades son infinitas y no porque algo se haga de una forma determinada está bien hecho. Improvisemos, probemos, cambiemos, expandámonos, ocupemos con nuestra mente el espacio que nos rodea... En definitiva, VIVAMOS, no sólo existamos.