Creo que estoy aquí por un motivo, para cumplir un cometido. Quizás esté aquí para sorprender a alguien con dos entradas de cine en la cola de la taquilla cuando se había resignado a ver la película sin compañía; para salir a correr una noche y encontrarme con alguien que necesita que le escuchen mientras caminamos hacia su casa; para llevar chucherías al trabajo y hacer más llevadera la jornada; para inventar una máquina del tiempo (hipérbole de mi desmesurada imaginación) y viajar hasta el origen de la humanidad para corregir el fallo de diseño, construcción o creación que nos hace tan inhumanamente humanos...
Quizás esté aquí para todas esas pequeñas y grandes cosas, y espero que para muchas más. Quizás esto sólo sea un rito de paso o un salto de fe y haya que saltar al vacío para vivir, aunque suene contradictorio y kamikaze. Quiero pensar (necesito pensar) que estoy aquí para algo bueno, sea lo que sea, sea el peón, la torre o el rey. Necesito pensar que formo parte de un proyecto común calibrado al micrómetro, pero con finales alternativos según nuestras elecciones.